Seco, dulce o espumoso: siempre una elección perfecta
Como su nombre indica, el vino rosado tiene algo del color típico del vino tinto solo que en una proporción menor, lo que le da este tono tan característico que puede ir del rosado claro hasta casi el violeta, según las uvas y las técnicas de producción empleadas. Este rasgo se debe a un proceso de elaboración que implica un menor contacto con los hollejos de la uva, normalmente de las variedades Tempranillo, Garnacha, Syrah o Pinot Noir
En nuestras bodegas Vilarnau, Finca Constancia, Beronia o Viñas del Vero se elaboran vinos rosados de una altísima calidad para su consumo internacional. De hecho, España es uno de los principales exportadores mundiales de este tipo de vino.
Se trata de un vino habitualmente joven, fresco y afrutado; elegante en boca, con estructura y también muy fácil de beber, lo que ha permitido que en los últimos años se haya hecho un hueco importante en el panorama vinícola internacional. Su punto ácido lo hace ideal para el aperitivo, comidas a base de tapas, arroces y paellas o incluso comida asiática. En definitiva, el vino rosado es una elección perfecta para disfrutar de cualquier momento del día.