Somos agrónomos, viticultores, vendimiadores y enólogos. Los que llegaron aquí hace 60 años y los que hoy siguen con su legado. También somos la tierra que pisamos, el abrazo del río Duero, los veranos secos y los inviernos largos. Somos cada vid, cada uva, cada sorbo de vino.
Somos Fournier. Y este es nuestro Dominio.
Todo privilegio es también una responsabilidad. Y nacer en el corazón de una de las denominaciones de origen más prestigiosas de España hace que la tarea de elaborar grandes vinos no sea una simple elección, sino una obligación irrenunciable.